Una visita que dejó huella: El élder Gary E. Stevenson en el fin del mundo

Recientemente, tuvimos el privilegio de recibir al élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, durante su ministerio por Sudamérica. Su mensaje centrado en el hogar, la fe y la salvación resonó profundamente en nosotros.

En sus perfiles oficiales, el élder y su esposa compartieron palabras de gratitud y felicidad por haber estado en nuestra estaca, expresando cuánto fueron bendecidos con esta experiencia —además de compartir fotos y reflexiones desde su visita a Ushuaia 

Una de sus frases más recordadas fue:

“Estamos acostumbrados a pensar en Sion al ver las montañas del Lago Salado, en Utah; ahora podemos pensar en Sion al contemplar las montañas de Tierra del Fuego.”

Estas palabras resonaron como un mensaje de que el Evangelio tiene poder en todas partes.

Durante su visita, se reunió con autoridades locales y eclesiásticas, y su mensaje dejó una profunda impresión en todos los presentes. Tanto él como su esposa compartieron su testimonio en un espíritu de humildad y amor. Además, invitaron a los padres a dedicar más tiempo a leer las Escrituras en familia, alejándose por momentos de los dispositivos electrónicos, y a procurar tener una recomendación del templo vigente.

Compartiendo el mensaje al mundo

El impacto de su visita trascendió las fronteras locales. A través de sus perfiles oficiales en Facebook e Instagram, el élder Stevenson expresó su gratitud por haber estado entre nosotros y compartió imágenes y reflexiones de su experiencia en Ushuaia. Este gesto llenó de gozo a los miembros de la estaca, que vieron reflejada su tierra y su fe en la voz de un apóstol del Señor ante el mundo.

Publicación Oficial en sus redes

En el extremo austral de Sudamérica se alza el faro Les Éclaireurs, un ícono de Ushuaia conocido como “el faro del fin del mundo”. Desde 1920 ha guiado a los navegantes por mares inestables con una luz que simboliza esperanza y dirección —un reflejo del Evangelio de Jesucristo que también ilumina las vidas de los Santos de los Últimos Días en esta región.

Durante la celebración del centenario de la predicación del Evangelio en Sudamérica, tuve la bendición de visitarlo y experimentar que, aunque el clima sea muchas veces frío e inhóspito, la calidez, el gozo y la fe vibran con intensidad en las comunidades de nuestra estaca.

Desde hace más de un siglo, el Evangelio sigue siendo ese faro inquebrantable tanto para nuestros miembros aquí en Tierra del Fuego como para los más de 4 millones de fieles en toda Sudamérica.

“Dios se acuerda de todo pueblo, sea cual fuere la tierra en que se hallaren; sí, él tiene contado a su pueblo, y sus entrañas de misericordia cubren toda la tierra” — Alma 26:37.

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