
La Pascua de Resurrección no es solo una fecha en el calendario, sino un recordatorio poderoso y personal de que Jesucristo venció la muerte y vive hoy. Su sacrificio infinito y Su gloriosa resurrección son el centro de nuestra fe y esperanza. Gracias a Él, la muerte no es el final y todos podremos vivir de nuevo.
Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, creemos que Jesucristo es el Hijo de Dios, el Salvador y Redentor del mundo. Él descendió bajo todas las cosas, sufrió por nuestros pecados, murió en la cruz y resucitó al tercer día. Su victoria sobre la muerte nos brinda consuelo eterno, aun en medio del dolor y la incertidumbre.
Cada Pascua, somos invitados a recordar con gratitud y renovar nuestro compromiso de seguirlo. Al igual que María Magdalena al encontrar el sepulcro vacío (Juan 20), podemos testificar con gozo: “¡Él vive!”.
Este tiempo sagrado es una oportunidad especial para fortalecer nuestra fe, compartir Su luz con los demás y acercarnos más a Él. Tal como enseñó el presidente Russell M. Nelson:
“Gracias a Jesucristo, todos viviremos de nuevo. Y gracias a Él, podemos tener paz, gozo y propósito en esta vida”.
Invitamos a cada familia, joven y niño de nuestra Estaca a vivir esta Pascua con un corazón más lleno de amor, servicio y gratitud, recordando que Cristo es el centro de todo lo bueno y verdadero.
#MayorAmor